Protestas en Londrina, Brasil contra el asesinato de dos jóvenes a manos de la Policía Militar

El pueblo de Londrina se rebela en varios puntos de la ciudad y de la región en protesta contra la muerte de dos jóvenes de 15 y 20 años a manos de la Policía Militar (PM).

Tal y como informa el periódico A Nova Democracia (AND), durante la noche del sábado 15 la PM mató a los dos jóvenes mientras estaban en el lavadero de coches, siendo ejecutados. Al llegar al lugar, los reporteros de AND pudieron ser testigos de las protestas de los vecinos, donde la madre de uno de los asesinados, furiosa por la muerte de su hijo, también se encontraba. La policía los reprimió con balas de goma, que alcanzaron a la madre, y gas pimienta.

La policía intentó justificar el terrible asesinato como una “confrontación”. Los manifestantes respondieron bloqueando la Avenida Brasilia, la carretera cercana al lugar, con fuego y rompiendo las ventanas de un autobús. Pronto muchos vehículos policiales llegaron al lugar y dispersaron la rebelión.

El lunes 17 continuaron las protestas en rebelión contra los asesinatos de los jóvenes. 300 manifestantes bloquearon carreteras durante horas con barricadas, incendiaron un autobús, hicieron a la empresa de transportes local y los basureros interrumpir el servicio durante el día y apedrearon un carro del monopolio de prensa. AND pudo documentar las protestas mientras acompañaba a los vecinos:

¡Justicia!, ¡No fue confrontación, fue ejecución!”, “¡Si la justicia no llega! ¡Londrina parará!” y “¡No más asesinatos! ¡No maten a nuestros hijos!” fueron algunos de los lemas gritados. Mientras tanto, se movilizaron las Rondas Tácticas Ostensiva Metropolitanas (Rotam) de la Policía Militar para reprimir al pueblo. Durante la protesta, la madre de una de los asesinados denunció el asesinato de su hijo, la arbitrariedad de la Policía Militar y las violaciones de derechos en los barrios periféricos.

Durante las protestas también enseñaron los certificados de trabajo de los jóvenes, combatiendo así el mito difundido por la PM de que eran “criminales de alta peligrosidad”. No tardó en llegar las críticas de partidos burgueses, que calificaron la rebelión de “vandalismo y terror”.

Esta situación no es algo especial. Sólo en el Estado de Paraná, las fuerzas represivas asesinaron a 525 personas sólo el año pasado, siendo muchas de ellas en Londrina. Como informa AND, “Esta rebelión y ola de protestas provienen de mucha indignación acumulada del pueblo pobre que se rebela por la muerte de sus hijos, familiares y amigos y la falta de cualquier medida para hacer justicia a través de este viejo Estado”.

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