AGEB: ¡Las cárceles de tipo pozo deben cerrarse!

A continuación compartimos una traducción no oficial de un comunicado emitido por AGEB y publicado por Yeni Demokrasi.


La política basada en aislamiento y tortura en las cárceles continúa, junto con las nuevas cárceles, mediante la aplicación arbitraria de presión y medidas.

En las cárceles tipo pozo, los revolucionarios están siendo sometidos a torturas mediante el aislamiento y confinamiento. A los prisioneros enfermos se les niega incluso el derecho a recibir tratamiento en condiciones humanas.

Los prisioneros revolucionarios que se enfrentan a esta opresión y crueldad son sujetos a la tortura dentro del aislamiento y se les prohíbe recibir cartas y visitas, y aquellos cuyos fechas de liberación ya han pasado, son mantenidos dentro de la cárcel bajo el pretexto de que no han mostrado un “buen comportamiento”.

Decenas de miles de prisioneros políticos se encuentran hoy en cárceles como resultado de las políticas del Estado fascista.

En los últimos años, las prácticas de aislamiento severo y las cárceles de tipo pozo, conocidas como ‘ataúdes de cemento’ debido a su estructura que impide el acceso a la luz solar y la circulación del aire, han sido ampliamente documentadas y reportadas al público por organizaciones como la Fundación por los Derechos Humanos de Turquía (TİHV), la Asociación por los Derechos Humanos (İHD) y muchas otras, quienes han señalado que estas condiciones no son adecuadas para la vida humana.

Las políticas de opresión, tortura, ejecución y asesinato en las cárceles contra los prisioneros revolucionarios y comunistas por parte de las autoridades turcas continúan de manera sistemática.

Los asesinatos y torturas masivas cometidos durante los procesos de los golpes de estado fascistas del 12 de marzo y el 12 de septiembre permanecen en nuestra memoria colectiva, así como también la masacre del “Retorno a la Vida” del 19 de diciembre de 2000, que resultó en el asesinato de decenas de prisioneros para implementar el sistema de celdas individuales de tipo ‘F’, que incluye el aislamiento de los prisioneros revolucionarios. Antes de eso, se cometieron masacres fascistas en Diyarbakır, Buca y Ulucanlar. Las cárceles de Turquía pueden describirse como un lugar de masacres y resistencia. El fascismo no ha cesado en su intento de asesinar, y los prisioneros revolucionarios no han cesado en su resistencia.

Actualmente, hay 1.412 prisioneros enfermos en las cárceles de Turquía. En los últimos 25 años, se sabe que 2.670 personas han perdido la vida en las cárceles, ya sea por ser asesinadas o por no recibir tratamiento médico.

Las masacres cometidas en las cárceles de Diyarbakır 5 No’lu Cezaevi, Metris, Mamak, Sağmalcılar, Buca, Ümraniye y Ulucanlar, donde los prisioneros revolucionarios no se rindieron y continuaron su resistencia utilizando diversos medios de lucha, llevaron al Estado Turco a adoptar el sistema de celdas individuales de tipo ‘F’, que aprendió y tomó como ejemplo de sus padres imperialistas europeos, y lo implementó en el Consejo de Seguridad Nacional (MGK) en el año 2000. Estas prácticas represivas continuaron durante el período de gobierno unipartidista del AKP con nuevas cárceles basadas en el aislamiento. Los diversos ataques se llevaron a cabo de una manera que pondría a toda la sociedad bajo aislamiento. Los obreros y los oprimidos de Turquía hoy en día viven bajo todas las políticas de presión y opresión, como si estuvieran en una cárcel al aire libre.

La política carcelaria, que se mantiene como una política estatal para mantener a los dirigentes de la lucha revolucionaria y a aquellos que se han dedicado a la causa de la liberación del pueblo en las cárceles, se lleva a cabo para impedir que nuestro pueblo se conciencie, se organice y luche contra el sistema, y continúa a toda velocidad durante el período de gobierno del AKP.

El gobierno encabezado por Tayyip Erdoğan, sigue avanzando en el proceso bajo el pretexto de establecer una ‘negociación’, ‘paz’ y una supuesta sociedad democrática, mientras crea comisiones en la Gran Asamblea Nacional de Turquía. En este contexto, hacemos un llamado a toda nuestra población, a los obreros locales y migrantes, así como a los individuos y organizaciones revolucionarias y democráticas, a alzar sus voces y asumir la lucha de los prisioneros revolucionarios que resisten en condiciones inhumanas en las cárceles tipo pozo. ¡Es hora de que se escuchen sus voces en el público europeo y de que aumentemos la lucha contra el fascismo!

Unión de Obreros Migrantes en Europa (AGEB)

Noviembre de 2025

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