MFP Brasil – URGENTE: Por el fin del confinamiento y las torturas, prisioneras de guerra paraguayas hacen huelga de hambre.

A continuación compartimos una traducción no oficial de un artículo publicado por el Movimiento Femenino Popular (MFP) de Brasil.

Ante las graves denuncias, el Movimiento Femenino Popular – MFP convoca a todos nuestros núcleos, en el campo y en la ciudad, a todas las organizaciones democráticas y revolucionarias de mujeres, de obreros, campesinos, estudiantes y asociaciones de abogados demócratas, defensores de los derechos del pueblo en Brasil, en toda América Latina y en el mundo entero, a sumarse a una campaña contundente exigiendo “Libertad para las prisioneras de guerra paraguayas y todos los presos políticos revolucionarios” y a levantar las consignas de la campaña internacional ya en curso “¿Dónde está Lichita?” y “Eran niñas”.

Carmen Villalba

En octubre de 2025, las prisioneras de guerra revolucionarias Carmen Villalba y Laura Villalba y Francisca Andino hicieron una huelga de hambre denunciando una vez más, de forma intrépida y valiente, los crímenes del viejo Estado genocida paraguayo contra el pueblo y sus luchadores, contra las torturas y el aislamiento a que están siendo sometidas y convocan a la solidaridad internacional.

En noviembre, ante la gravedad de los acontecimientos, ellas prosiguieron en huelga de hambre indefinida. Las organizaciones democráticas y la asociación de abogados, a través de Salvador Sánchez, abogado defensor de las tres, denunciaron la grave situación:

“Las prisioneras decidieron adoptar esta medida ante las condiciones de confinamiento a que vienen siendo sometidas hace más de un año. Se encuentran en celdas individuales de 2 x 2 metros, en confinamiento absoluto, con cámaras que vigilan cada uno de sus movimientos, sin contacto entre ellas ni con otras personas. En condiciones que, evidentemente, lo que se busca es volverlas locas a través de la tortura”.

El abogado Sánchez también denuncia al Estado paraguayo por no cumplir con las recomendaciones realizadas por el Comité de Desaparición Forzada, que asegura la participación de los familiares en las búsquedas de Lichita, hija de Carmen Villalba. Sánchez señaló que en una visita el 31 de octubre de 2025, las tres detenidas se encontraban lúcidas, pero debilitadas, alimentándose únicamente con agua y azúcar para contrarrestar los mareos y náuseas.

Según denuncia de Cláudia Korol, activista que acompaña de cerca todo el proceso: “Estaban con un uniforme morado, que es el color de las personas caracterizadas como de máxima peligrosidad. Para trasladarlas desde su celda hasta el lugar de las visitas, les cubren el rostro con un capuchón y las manos esposadas hacia atrás”. Korol explica que el uso de capuchones reutilizados puede presentar un riesgo debido a brotes de tuberculosis registrados en esta prisión.

Las prisioneras y prisioneros de guerra paraguayos, miembros del EPP – Ejército del Pueblo Paraguayo, han sido objeto de las mayores persecuciones, torturas y atrocidades por parte del viejo Estado reaccionario del Paraguay, servidor del imperialismo, sus clases dominantes, principalmente los parásitos latifundistas.

A través de los aparatos represivos y del injusto sistema judicial paraguayo, contra los luchadores del pueblo y revolucionarios, se han violado sistemáticamente los mínimos derechos legales de los presos políticos y prisioneros de guerra del EPP, como el derecho a la libertad después de cumplir íntegramente la pena, el derecho a la defensa legal y a las visitas. Lo que todas estas arbitrariedades y persecuciones expresan, en verdad, son represalias y venganza de estas mismas clases dominantes en el vano intento de quebrar la voluntad y la moral de estas revolucionarias y del pueblo paraguayo en lucha.

El EPP y la lucha revolucionaria en Paraguay

Fundado en 2004, como una disidencia del extinto Partido Patria Libre, el EPP se alzó en armas junto con la lucha del pueblo paraguayo por sus derechos pisoteados por el viejo Estado de latifundistas y burguesía compradora, servidores del imperialismo, como única forma de llevar a cabo la Revolución para convertir a Paraguay en una nación soberana y verdaderamente democrática y por la libertad de su pueblo, cuyos sucesivos gobiernos de turno son la continuidad por otras formas de la tiranía del dictador Stroessner, que imperó durante más de 50 años después de un golpe militar y un sistema brutal de explotación y opresión.

El EPP realizó cientos de acciones revolucionarias contra el latifundio, así como tomas de tierras con los campesinos, enfrentando bandas de pistoleros del latifundio, grupos paramilitares y el ejército nacional reaccionario, que actúa junto a éstos contra el pueblo, encubriendo sus crímenes. La justa lucha armada en Paraguay enfrenta la misma política de guerra contra-insurgente de los EUA, aplicada en Colombia, desde el gobierno de Uribe, a través de la actuación directa en Paraguay de comandos militares colombianos, entrenados por los yanquis, la guerra de baja intensidad (GBI), y que sigue en aquel país hasta hoy en día con el gobierno de Petro (que enciende una vela para Dios y otra para el diablo al mismo tiempo). En Paraguay, bajo el gobierno de Santiago Peña, tan reaccionario como su antecesor Mario Abdo, infanticida responsable de los brutales crímenes contra las niñas Villalba María Carmen y Mariana, de apenas 11 años.

Las prisioneras de guerra, hermanas Villalba y Francisca Andino, fueron trasladadas en enero de 2024 al presidio de seguridad máxima Mingá Guazú, verdadero campo de concentración y centro de torturas físicas y psicológicas, comparado con la infame Prisión de Guantánamo. Todo indica que tal traslado, además de prolongar el castigo de las militantes y dirigentes, como Carmen Villalba que ya pasó casi tres años presa después de cumplir la pena a la que fue condenada, tiene el objetivo de aislarlas para que no reverberen las denuncias sobre el asesinato de dos niños de 11 años por tropas especiales del ejército reaccionario de Paraguay y el desaparición forzada de Elizabeth Oviedo Villalba (Lichita) de apenas 14 años, durante el gobierno de Mario Abdo hace más de 5 años, en octubre de 2020. Los niños vivían en Argentina y eran sobrinos de Carmen y estaban acompañados de Laura Villalba en visita a la región de la guerrilla para que los niños conocieran a sus padres, y la niña Lichita es su hija.

En la ocasión, después del cobarde ataque al campamento donde estaban los niños, el presidente Mario Abdo posó para fotos celebrando la “victoria” contra la guerrilla, escondiendo la edad de los niños, forjando situaciones como vestir uniformes militares en ellos y afirmar que habían abatido a dos guerrilleras. Enterraron apresuradamente los cuerpos destrozados por las torturas y marcas de ejecución para intentar esconder sus crímenes de guerra. Sin embargo, después de presiones internacionales, los cuerpos fueron exhumados y se comprobó la farsa del Estado criminal de Paraguay. Pero la persecución brutal prosiguió con la prisión de Laura Villalba y su condena a 31 años en régimen cerrado y, desde el año pasado, en régimen de total aislamiento en Mingá Guazú. En un proceso judicial completamente viciado y lleno de irregularidades y ilegalidades, Laura Villalba que vivía en Argentina con los 5 niños y las abuelas Villalba, fue absurdamente condenada por ser considerada una “mala madre”, siendo culpable de que su hija María Carmen Villalba de 11 años fuera capturada, torturada y ejecutada por el ejército nacional de Paraguay.

Laura Villalba y su madre Mariana en Misiones, Argentina

Como parte de las persecuciones a los luchadores del EPP, los familiares Villalba que vivían en Argentina fueron expulsados de allí y tuvieron que refugiarse en Venezuela. No pueden visitar a las presas políticas debido a la amenaza de ser detenidos también y convocan a las organizaciones democráticas y revolucionarias a la solidaridad internacional.

¡Libertad para las prisioneras de guerra paraguayas y todos los presos políticos revolucionarios!

¡Por el derecho a la búsqueda y por la aparición con vida de la niña Lichita!

¡Castigo a los criminales de guerra paraguayos por el infanticidio de las niñas Villalba!

¡Fin al confinamiento y a las torturas en el presidio de seguridad máxima Mingá Guazú!

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