
Israel desata un bombardeo masivo criminal contra el Líbano
Imagen de cabecera: destrucción causada por el bombardeo israelí. Fuente: Palestine Chronicle.
El Estado de Israel ha realizado un bombardeo masivo contra el Líbano durante el lunes 23 de septiembre, en especial contra el sur del país pero también contra otros objetivos en el interior, entre ellos en la capital, Beirut. En este nuevo crimen atroz, 558 libaneses han sido asesinados y casi 1.835 han sido heridos, aunque la cifra podría crecer ya que se está actualizando constantemente por parte de las autoridades sanitarias libanesas. Así, el Estado de Israel cada vez expande más intensamente su guerra criminal contra Palestina a una escala regional, viéndose afectados cada vez más pueblos de Oriente Medio en sus numerosos crímenes. Desde el inicio de las acciones de solidaridad de Hezbollah con la resistencia palestina, el número de asesinados en Líbano había sido de más de 500 para el mes de agosto. Es decir, en un sólo día se ha alcanzado la misma cifra de asesinados que se ha alcanzado en casi un año.
Este número de bajas es el más alto que se ha producido en Líbano desde el final de la guerra civil entre 1975 y 1990. Tras este brutal crimen, el portavoz de las Fuerzas Israelíes de Defensa (IDF), el Contraalmirante Daniel Hagari, sin ningún tipo de vergüenza afirmó que Israel “no busca guerras” pero que el ejército está “plenamente preparado” si la guerra escala.
Al igual que pasó con el ataque con los buscas y walkies, está claro que este es un ataque criminal. Ésta es una parte más de la oleada de terror que Israel desata sobre los pueblos de Oriente Medio, así como el bombardeo de este viernes contra suburbios densamente poblados de Beirut que acabaron con la vida de 45 personas, la enorme mayoría civiles que vivían en la zona. El sistema sanitario, judicial y educativo del Líbano están colapsados. Además medios informan de que el Estado de Israel está intentando desmoralizar a la población llamándola a que abandonen el que es su hogar, así como mediante una guerra psicológica materializada en más de 80.000 llamadas y mensajes vía Telegram instando a los libaneses a abandonar su hogar. Israel lleva perpetrando esta política genocidio de masacre y expulsión de la población del sur de Líbano desde hace un largo tiempo. Israel ha estado golpeando constantemente a la población civil en el sur de Líbano, causando el desplazamiento de 95.000 personas según datos de la ONU, sólo hasta junio de este año.


Israel incluso está dejando caer la posibilidad de llevar la guerra a territorio libanés mediante una invasión terrestre. Según el propio Comandante en Jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevi, Israel está preparando el siguiente paso en su operación en Líbano. Daniel Hagari no descartó una ofensiva terrestre cuando los monopolios de prensa burguesa preguntaron por esa posibilidad. En esa ocasión el Estado de Israel sufrió una humillación, en la que Hezbollah hizo huir a las tropas israelíes tras rechazarlas, infligiendo un duro golpe al aura de invencibilidad que siempre ha rodeado a las fuerzas armadas israelíes.
El imperialismo yanqui ha derramado sus lágrimas de cocodrilo, ya se ha “lamentado” por lo sucedido y ha urgido a “buscar una solución diplomática”, como le dijo el Secretario de Defensa Lloyd Austin al Ministro de Defensa israelí Yoav Gallant. Mientras tanto el imperialismo yanqui ha decidido enviar más tropas a Oriente Medio. Además han lanzado una amenaza velada a aquellos que se atrevan a defenderse de las agresiones criminales suyas y de Israel. Según los medios: “El secretario (Lloyd) dejó claro que Estados Unidos sigue en la posición de proteger a las fuerzas y personal estadounidense y determinado a disuadir a cualquier actor regional de explotar la situación o expandir el conflicto”. Claro, a todo actor regional, excepto al propio Estado de Israel. Pero fue incluso más allá y reafirmó “el compromiso de Estados Unidos con el derecho de autodefensa de Israel”. Por su parte Joe Biden ha afirmado que él y otros dirigentes están “trabajando para desescalar”. Actualmente el imperialismo yanqui tiene desplegados 40.000 soldados en la región, en bases en Irak, Siria y países del Golfo Pérsico. Además hay un portaaviones desplegado en el Golfo de Omán, el U.S.S. Abraham Lincoln, así como otro, el U.S.S. Harry S. Truman partió el lunes camino del Mediterráneo. Además, por supuesto los numerosos envíos de armamento a Israel no han cesado ni lo harán. Por su parte algunos de los lacayos del imperialsmo yanqui han mostrado una vez más su despreciable papel en estos hechos. Por ejemplo Egipto ha “llamado a usar la diplomacia”, mostrando una equidistancia vergonzante.
Desde el momento en que se produjo el criminal ataque terrorista con las explosiones de buscas y walkies, la resistencia libanesa decidió responder y desde mitad de la semana pasada han estado golpeando objetivos militares israelíes con centenares de cohetes, misiles de crucero, drones suicida, etc. Según fuentes israelíes, la semana pasada Hezbollah habría lanzado un total de 700 proyectiles sobre Israel. Tras el brutal ataque criminal por parte de Israel la resistencia libanesa ha respondido. Hay numerosos vídeos e imágenes de cohetes lanzados desde Líbano y hay reportes de heridos israelíes siendo evacuados hacia otras zonas de Israel. Se han registrado impactos de proyectiles en el asentamiento israelí ilegal de Kiryat Shmona, en la frontera libanesa, iniciándose tras ellos varios incendios.
Así, Israel continúa cumpliendo su papel de verdugo de los pueblos de Oriente Medio bajo el servicio de los intereses del imperialismo yanqui y castigando la solidaridad con la resistencia palestina. En este caso, de nuevo Israel cree que podrá amedrentar a aquellos que se le oponen y frenar así su resistencia y solidaridad con Palestina. Pero ante ello, se puede observar como en Palestina la resistencia no ha sido quebrada y la solidaridad de los pueblos del mundo no se ha detenido sino que crecido y junto a ello ha crecido el rechazo hacia el Estado de Israel y hacia el imperialismo yanqui.