
Liga Operaria: ¡Fuera la Policía Militar de las escuelas! ¡Derrotar la “escuela cívico-militar”!
Comaprtimos una traducción no oficial de un comunicado de MOCLATE encontrado en Liga Operaria.
La semana pasada, todas las unidades de la red estatal de enseñanza de Minas Gerais recibieron de repente una lista que contenía alrededor de 700 escuelas que podrían convertirse en cívico-militares y que tal “decisión” debe ser “votada” por la “comunidad” entre los días 05 y 17 de julio. Alegan que esto hará la escuela más segura, pero eso no es verdad. Es una mentira disfrazada de buena acción.
El gobierno no tiene dinero para pagar el salario mínimo de los profesores, pero sí para pagar a la policía para vigilar a los trabajadores de la educación y toda la movilización positiva y crítica de los alumnos. ¿Y por qué tan repentina, si hasta el gobierno federal ya se opuso a esta medida?
Preguntamos: ¿por qué ocurren tantos ataques a la educación? Es por la capacidad crítica que se puede desarrollar dentro de las escuelas. La escuela es un ambiente propicio para el debate y la formación del pensamiento crítico de los alumnos, para que adquieran conciencia de clase. En las escuelas, los niños, adolescentes y jóvenes pueden aprender que forman parte de las clases trabajadoras y no de las clases dominantes reaccionarias que explotan y oprimen al pueblo.
Es en este lugar donde podemos ver claramente las fuerzas que actúan en la sociedad y lo que representan para cada uno de nosotros dentro y fuera de nuestras casas, como individuos y como seres sociales y colectivos en una sociedad dividida en clases y extremadamente desigual. ¿Y qué sería mejor para cohibir o reprimir tales discusiones y reflexiones que la presencia policial dentro de la escuela?
¿Y por qué la policía y no psicólogos y trabajadores sociales, dado que innumerables alumnos sufren de varios trastornos, síndromes y pérdidas que generan alteraciones psicológicas y la mayoría no tiene condiciones para tratarse?
¿Por qué no otros profesionales del área de la salud como médicos, dentistas y oftalmólogos? Nosotros, los profesores, sabemos que numerosos estudiantes presentan problemas de visión que, muchas veces, solo se identifican gracias a la mirada atenta del trabajador de la educación.
¡La educación es el pilar principal de una sociedad que quiere ser tomada en serio! ¡Tratar la educación como un caso de la policía es fascismo! Solo con una educación digna y que realmente sirva al pueblo se puede reducir la delincuencia entre niños, adolescentes y jóvenes. Lógicamente, esto debe ir acompañado de un sistema de salud, vivienda y saneamiento dignos, además de deporte y ocio para todos. ¡Los hijos de los trabajadores, que son realmente quienes construyen todo y sostienen la sociedad, no tienen derecho a nada de esto! Y para que no se rebelen, no luchen por sus derechos y por la transformación social, el gobierno de extrema derecha del Sr. Romeu Zema (NOVO) quiere transformar las escuelas en prisiones. Los estudiantes y profesores no lo aceptarán y ya han comenzado a ocurrir protestas en todo el estado, como en Vespasiano y Juiz de Fora.
¿Y por qué hacer intervención militar en las escuelas si el problema es anterior a ellas? Si los niños y adolescentes tuvieran acceso a educación, salud, ocio, deportes, artes, ciencias, etc., es decir, si las escuelas cumplieran su papel de servir a los intereses y atender las necesidades más sentidas del pueblo, no tendríamos que preocuparnos tanto por gastar en seguridad. Mucho menos pensar en situaciones como casos de violencia entre los estudiantes y/o contra los trabajadores de la educación. Esto es impensable fuera de la presente y vergonzosa situación irrespetuosa por parte del gobierno estatal del reaccionario Romeu Zema (NOVO).
El gobierno es quien debe ser vigilado, presionado y obligado a cumplir lo que está establecido por la legislación educativa, particularmente en la inversión de recursos públicos, por el Estatuto de la Niñez y la Adolescencia y por las constituciones federal y estatal.
Habría menos jóvenes involucrados con la delincuencia si existiera una escuela de tiempo completo, profesionalizante, preocupada en atender las necesidades y derechos de los niños, adolescentes y jóvenes.
¿Y qué decir de las posibles implicaciones causadas por la presencia de una de las policías más letales del mundo dentro de la escuela, en un país donde el genocidio de la juventud pobre y negra es una política de Estado?
Es un círculo vicioso: el niño/adolescente no tiene nada que hacer (se involucra con tráfico/violencia), lo ve y vive eso. Es la ley de la supervivencia: los padres salen temprano para trabajar (no tienen tiempo para orientar a sus hijos sobre los caminos), padres que, muchas veces, son víctimas de este mismo ciclo vicioso. Los niños, adolescentes y jóvenes que están involucrados en este medio perverso de supervivencia o que viven en localidades donde predomina el tráfico minorista de drogas ilícitas sufren cotidianamente con la represión policial. Esta es la “educación” del sistema: “¡mano en la cabeza, abre las piernas, vago!”, mientras que en los barrios nobles, condominios cerrados, etc., es “¡no, señor, sí, señor!”.
¿Y cómo echar toda la responsabilidad sobre los padres? Si su ausencia es precisamente porque tienen que salir antes de que los hijos se despierten y volver después de que ya se han dormido. Padres que pierden tres horas para ir y tres para volver del trabajo y llegan exhaustos de una jornada 6×1. ¿Cómo va a poder el pueblo cuidar y participar activamente en la educación de sus hijos en estas condiciones?
¡Somos nosotros, padres y madres trabajadores, con el apoyo de la escuela y de sus profesionales en educación, utilizando el dinero de nuestros impuestos, quienes tenemos el derecho de orientar y proteger a nuestros propios hijos! ¡No necesitamos ni aceptamos a la policía militar en nuestras escuelas!
¡Exigimos cultura, deporte, educación, salud, ocio! ¡NO ACEPTAMOS militares rondando, vigilando cuerpos y mentes en un ambiente que, a priori, debe ser laico, democrático, creativo y liberador!
¡Trabajadores de la educación y comunidades escolares, unámonos y defendamos la escuela pública y la libertad de enseñar y aprender, la libertad de expresión, reunión, organización, protesta y huelga!
¡Viva la escuela pública que sirva al pueblo!
¡Vivan los trabajadores de la educación!
¡Vivan los estudiantes democráticos!
¡Fuera la policía militar de nuestras escuelas!
MOCLATE – Movimiento Clasista de los Trabajadores en Educación / Liga Operaria