Brasil: crece el número de muertes en la lucha por la tierra
En un artículo de A Nova Democracia, citando informaciones preliminares de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), se muestra que el aumento de asesinatos relacionados con conflictos en zonas rurales se ha duplicado desde 2024, pasando de 13 en 2024, a 26 en 2025.
Escriben que ha crecido el nivel “de conflictos en el campo como parte intrínseca del problema agrario, siendo producto de la contradicción entre la alta concentración de la tierra en el latifundio y la lucha de resistencia del campesinado pobre, sin tierra o con poca tierra”.
Continúan escribiendo que este aumento de los asesinatos se ha producido a pesar del cambio de gobierno, desmontando así “el discurso de “pacificación” en el campo propagado por el oportunista gobierno del PT”.
Según la CPT, las principales víctimas siguen siendo los campesinos pobres, sin tierras y sin recursos, los indígenas y las comunidades quilombolas, y se concentran principalmente en Rondonia, especialmente en el área Tiago Campin dos Santos.
“La expansión del latifundio, conocida como “agroindustria”, está impulsada por políticas crediticias estatales sin precedentes, como el Plan Safra, dotado con miles de millones de dólares, concedido por el oportunista Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (PT). A esto se suman generosas exenciones fiscales e inversiones en infraestructuras, centradas casi exclusivamente en la exportación de productos primarios. Solo en el Plan Safra 2024/2025, el Gobierno destinó cerca de 475.000 millones de reales en financiación, gran parte de ella con tipos de interés subvencionados, mientras que el sector sigue beneficiándose de miles de millones en exenciones fiscales, como las exenciones del ICMS a las exportaciones y los incentivos para el uso de agrotóxicos. A esto se suman obras de logística financiadas con recursos públicos para transportar soja, maíz y carne, que aumentan artificialmente el valor de la tierra, exacerban las disputas por la tierra y ejercen presión sobre las comunidades campesinas, indígenas y quilombolas (afro-brasileñas)”, escribe AND.
