
Se agravan los choques en Manipur
Imagen de cabecera: choque de la policía contra el pueblo en Pallel, Manipur. Fuente: Nagaland Post.
Incluso en la prensa reaccionario la situación en Manipur ha tenido algo de atención en el mundo por el levantamiento de las masas y la represión que han sufrido. Además, han continuado los choques entre los grupos armados Meitei y Kuki, dejando varios muertos por el camino. Ya hemos escrito sobre esto anteriormente.

Los primeros grandes choques han ocurrido entre el 29 y el 31 de agosto, dejando un saldo total de ocho muertos, y 18 heridos, incluyendo tres policías. Esto habría ocurrido tras un enfrentamiento armado entre milicias de los pueblos Meitei y Kuki en los distritos de Bishnupur y Churachandpur. Algunos de estos enfrentamientos fueron con armamento pesado de infantería como morteros y ametralladoras.
Ante estos choques, el viejo Estado indio ha seguido actuando de la misma forma que lo ha hecho desde el inicio de la crisis de Manipur. El 1 de septiembre, el Director General de los Rifles de Assam (tropas del Ministerio del Interior) afirmó que lo peor ya había pasado, que los casos de asesinatos eran reportados y venían sólo de algunas zonas concretas. Pero rápidamente se evidencia que estas declaraciones no se acercan a la realidad: el 1 de septiembre el Tribunal Supremo admitió que la situación en Manipur era realmente mala, cuando pidió al gobierno federal y al gobierno central que garantizaran el aprovisionamiento del Estado de Manipur. Esto es debido a que los bloqueos en las carreteras continúan, y afirman que la llegada de comida, medicinas y otros bienes necesarios no está asegurada. Incluso uno de los altos cargos judiciales pidió que se hicieran entregas de suministros mediante transporte aéreo. Poco después, el 4 de septiembre, organizaciones representativas del pueblo Kuki reafirmaban su voluntad de seguir bloqueando las carreteras de acceso a Manipur, por lo que se prevé que el bloque continúe. Este bloqueo lleva vigente prácticamente desde el inicio de los disturbios a inicios de mayo.
Otra noticia que ha trascendido, es que desde el inicio de los disturbios, 6.000 armas fueron robadas de los almacenes, armerías, cuarteles, etc., del Estado indio. De estas armas, sólo alrededor de 1.800 han sido recuperadas. Por lo que, tras cinco meses, aún hay más de 4.000 armas de fuego fuera del control del viejo Estado indio, aunque otras fuentes afirman que las armas robadas fueron muchas más, y que aún hay 6.000 fuera del control del Estado indio. El saqueo más grave fue realizado recientemente, el 4 de agosto, cuando cerca de 500 personas armadas saquearon armas que usa el ejército indio: morteros, fusiles de asalto AK, granadas de mano, etc.
A pesar de las declaraciones procedentes de los Rifles de Assam, el viejo Estado indio sabe que la situación en Manipur no está siendo controlada, y ha incrementado la militarización de la región y se ha agudizado la represión. Primero, se ha enviado a un nuevo “asesor” militar, un coronel retirado de las Fuerzas Armadas del Estado indio, conocido por llevar a cabo ataques en Myanmar hace años. A este coronel se le ha concedido el cargo de superintendente de la policía de Manipur, por lo que se militarizan los rangos policiales en la zona. Segundo, se ha abierto una causa penal contra el presidente y otros tres periodistas miembros del Gremio de Editores de India. Estos periodistas han realizado un reporte de la situación de Manipur, criticando que el gobierno ha favorecido la violencia contra el pueblo Kuki, que la prohibición de acceder a Internet ha empeorado las cosas, y que ha criminalizado al campesinado del pueblo Kuki que quería desposeer de sus tierras.
En esta última semana la situación se ha vuelto más tensa y el viejo Estado indio ha incrementado sus esfuerzos represivos. En Kangvai, entre los distritos de Bishnupur y Churachandpur, entre el miércoles y el jueves pasado se congregaron cientos de manifestantes frente a las barricadas y al espacio de seguridad creado por las fueras de seguridad del Estado indio. Tras intentar romper la barrera de seguridad, la policía atacó con una violencia enorme, disparando gases lacrimógenos, pelotas de goma, etc. En total se contabilizaron al menos 90 personas heridas y hospitalizadas. A su vez, se ha impuesto un toque de queda más duro en Imphal Este, Imphal Oeste, Kakching, Bishnupur y Churachandpur.

Por otra parte, este viernes pasado estalló un fuerte tiroteo en Pallel, en el distrito de Tengnoupal. Hasta ahora se contabilizan tres personas fallecidas y más de 50 personas heridas, incluyendo cuatro policías. El enfrentamiento empezó con un tiroteo contra la policía. Tras el inicio de este tiroteo, hubo una gran manifestación contra las fuerzas de seguridad del Estado indio, que fue brutalmente reprimida después de que, supuestamente, alguien de entre la multitud disparase contra la policía. La respuesta policial dejó decenas de heridos.
La situación en Manipur se sigue desarrollando de una manera similar a la que veníamos siguiendo, pero algunas tendencias que veníamos advirtiendo se agudizan: el viejo Estado indio ha pasado de prohibir el acceso a internet, a directamente querer encarcelar más periodistas; mientras afirma que la situación está controlada, envía militares con experiencia en combate para tomar el mando de la policía; además, reprime las manifestaciones resultando estas en enormes cantidades de heridos. A pesar de ello, las masas prosiguen sus protestas y su lucha, continúan los bloqueos en las carreteras, las confiscaciones de armamento, y en definitiva, las masas no están cerca de parar su rebelión contra el viejo Estado indio.