Cientos de campesinos atacan una comisaría de policía en India para liberar a un activista preso

Imagen de cabecera: campesinos rodeando y asaltando la comisaría de policía en Rayagada, Odisha. Fuente: Pragativadi.

Medios indios informaron a finales de la semana pasada que cientos de campesinos indígenas empuñando armas tradicionales sitiaron la comisaría de policía de Kashipur, en el distrito de Rayagada, Odisha, protestando por la detención de un aldeano. Los campesinos entraron en la propiedad de la comisaría incendiando neumáticos dentro de la misma y exigiendo la liberación de su compañero, dañando en el proceso ventanas, puertas y muebles.

El detenido es un conocido activista contra las actividades de los monopolios mineros, que despojan de su riqueza y tierra y expulsan a los campesinos indígenas de la zona. El aldeano activista fue detenido el miércoles en una protesta precisamente contra la llegada de una gran compañía minera al distrito que iba a apoderarse de una serie de minas de bauxita de la zona. Sólo un día después, el jueves, al ver que su compañero no era liberado, más de 600 campesinos se dirigieron desde varias aldeas hacia la comisaría de policía. El viejo Estado indio envió numerosos refuerzos y altos cargos policiales para intentar controlar e intimidar a los manifestantes, cosa que no consiguieron.

Fuente: Pragativadi.

Esta es una situación no tan extraña en Kashipur, donde ya en años anteriores los campesinos indígenas de la zona han rodeado o entrado en la comisaría exigiendo la liberación de sus compañeros de lucha, como ocurrió en agosto de 2023. La lucha del campesinado del distrito de Rayagada en Odisha ha continuado sin cesar desde hace muchos años. Allí los campesinos luchan en especial contra la minería de bauxita, abundante en la zona. Allí se han enfrentado en numerosas ocasiones con la policía y funcionarios haciéndoles retroceder y expulsándolos de las aldeas así como bloqueándolos el acceso.

Ante tal poderoso movimiento de protesta, el viejo Estado indio aplica la represión, secuestrando a renombrados activistas que se han sumado al movimiento, como fue el caso de Prafulla Samantara en el verano de 2023 o numerosas redadas llevadas a cabo por parte de la NIA, que ha encausado a cientos de activistas contra los monopolios mineros sólo el año pasado. Pero como hemos visto, a pesar de la intensidad de la persecución contra aquellos campesinos que alzaban la voz, las protestas no han parado y el campesinado sigue luchando y defendiendo a su gente.

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